Estamos comprometidos con la justicia para todos los migrantes. Esto quiere decir acabar con el desplazamiento, detención y deportación, así como visas y permisos de trabajo y la criminalización del movimiento libre.
Apoyamos el derecho de todas las personas a quedarse, trasladarse, pertenecer, acceder servicios a participar libremente en todos los aspectos políticos y de la vida comunitaria.
Nos oponemos al racismo en todas sus formas. Desde actitudes racistas que continúan influenciando políticas migratorias hasta la exclusión de grupos racializados al acceso de residencias permanentes, la proliferación de xenofobia en contra de trabajadores “extranjeros” y la manifestación de micro-agresiones comunes en contra de gente de color e indígenas.
Nos esforzamos en construir una comunidad de gente responsable por medio del respeto y cuidado mutuo. En nuestro trabajo, nos esforzamos por enfatizar las opiniones, voces, conocimiento y experiencias de aquellos que han sido oprimidos.
Reconocemos que el capitalismo es una forma específica de producción que depende de la privatización y el despojo de los bienes comunes, la explotación implacable del medio ambiente y de la concentración de recursos en manos de pocos y por ende, creemos que hay mejores alternativas.
Reconocemos que los desbalances de poder y privilegio son aspectos inherentes a toda relación social. Sin embargo, reconocemos y valoramos la labor emocional, que aunque es comúnmente ignorada, es requerida para construir una comunidad que ofrezca dignidad para todos.
Promovemos colectivos con movimientos de base, antisistémico y de resistencia y nos esforzamos por progresar humildemente a través de la participación democrática, las decisiones horizontales y la escucha activa. Emprendemos esta lucha que es interdependiente para la liberación con convicción, humildad y furor digno.
Nuestra lucha es contra TODAS las formas de segregación, en el ambiente de trabajo, en la comunidad, en el estado y a nivel global. Buscamos la erradicación de fronteras de estado, su control y los regímenes de seguridad. Asimismo, buscamos la erradicación de la segregación forzada en la vivienda y el trabajo, los cuales continuan existiendo en nuestra comunidad, nuestras fábricas, empacadoras y granjas.
Respetamos los derechos Indígenas sobre sus tierras y formas de vida. Apoyamos su lucha para su autogobierno y soberanidad en la Isla Tortuga y en el mundo.
Apoyamos el acceso universal al sistema de salud y servicios. Defendemos el derecho de las personas para determinar lo que necesitan para alcanzar un bienestar holístico y todo lo que esto conlleva física, mental, espiritual y emocionalmente.
Somos un colectivo feminista y queer que fomenta la libre expresión de diversos géneros y sexualidades sin violencia, intimidación o explotación. Estamos en contra de la selección, el reclutamiento y la segregación de trabajadores migrantes en base a su género y abogamos por prácticas laborales que apoyen a las mujeres y madres dentro y fuera del lugar de trabajo.
Valoramos y respetamos el planeta Tierra y sus frutos que nos sostienen. Sin embargo, reconocemos que la gente de color, Indígenas, los habitantes del Sur Global y la gente en situación de pobreza son los más afectados por la devastación del medio ambiente. Por esta razón, nuestra lucha está guiada por principios de redistribución y justicia ambiental.
Nuestra lucha es en contra de la violencia del colonialismo y el neoliberalismo, de la represión, el trauma y la soledad que estos promueven en este mundo.